
Una ves finalizado un ejercicio físico, el consumo de oxigeno no retorna de inmediato a los valores de reposo, sino que lo hace de manera progresiva. A este volumen de oxigeno consumido por encima de los valores iníciales de reposo se le denomina deuda de oxigeno. Este depende de la magnitud del esfuerzo y de la capacidad del deportista de suministrar la cantidad de oxigeno necesaria durante el desarrollo de la actividad. Este aumento en el consumo de oxigeno posterior al ejercicio sirve para que diversos procesos metabólicos modificados durante el ejerció retornen a sus valores basales y constituye, por lo tanto, un importante mecanismo de recuperación del esfuerzo. Diversos estudios han demostrado que el ejercicio de baja intensidad al final del entrenamiento tiene un efecto positivo sobre la velocidad de la recuperación en deportistas que han realizado ejercicios de alta intensidad.
Imágen tomada de http://www.scielo.cl/fbpe/img/rmc/v133n3/13-04.jpg
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