jueves, 9 de abril de 2009

Metabolismo muscular

El musculo puede considerarse un motor complejo cuya capacidad de trabajo depende de la disponibilidad de energía. Esta energía adopta diversas formas: química, eléctrica, electromagnética, térmica, mecánica y nuclear. Entre el 60 y el 70% de la energía corporal humana se degrada en forma de calor. El resto es utilizado para realizar trabajos mecánicos y actividades celulares. El ser humano obtiene energía a partir de principios inmediatos, como los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. Los carbohidratos y las proteínas proveen de 4kcal/g, mientras que las grasas proporcionan 9kcal/g. Esta energía derivada de los alimentos es almacenada en compuestos de alta energía, que se denominan trifosfato de adenosina (ATP).

El musculo utiliza diferentes combustibles y consigue regenerar por si mismo algunos de ellos. La evaluación de su actividad es bastante complicada y requiere un conocimiento amplio y detallado de cada fuente de energía, de su duración y de la participación de cada una de ellas. En los últimos años las investigaciones científicas han logrado establecer un cuadro razonablemente comprensible de las actividades de las fuentes de energía en el ejercicio muscular. De esta manera, es posible sugerir regímenes de entrenamiento más racionales para utilizar eficientemente los músculos. Estos conocimientos deben aplicarse a todos los deportes y en cualquier tipo de actividad física, para mejorar la capacidad productora, el bienestar y la salud de las personas que suelen practicar estas actividades.


Dentro del metabolismo muscular podemos destacar dos fuentes de energía:

Trifosfato de adenosina (ATP)
Fuentes energéticas anaeróbicas alácticas

Imágen tomada de http://www.educa.madrid.org/web/ies.rayuela.mostoles/deptos/dbiogeo/recursos/Examenes/xx1BachBioFuncionesVitales03/CuadroMetabolismo.png

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